
Mis inspiraciones
La Naturaleza
La conexión con la naturaleza fue el umbral que me condujo al mundo de los masajes. He vivido en Chile cuando tenía 23 años, y cambió mi vida. Navegaba entre el trabajo y los estudios, pero con esa sensación de estar perdida o sentir que me faltaba algo, sin saber exactamente el qué. En el Sur de Chile tuve la suerte de poder caminar entre montañas, bosques y lagos. Entré en estados meditativos y tomé conciencia de la importancia de adquirir otro ritmo más lento en la vida. Intento poner este ritmo, esta paz, en mis masajes.
La
Biodanza
Hace varios años descubrí la Biodanza. En Biodanza no importa la edad ni el sexo, ni si sabes bailar, lo importante es poder expresarte sin necesidad de hablar. Hay un vínculo entre esta danza y la psicología Gestalt. La Biodanza hace parte con los masajes de las terapias no verbales. Aconsejo esta disciplina a toda persona que necesite conectar consigo mismo y con los demás, desde la alegría. Recomiendo las escuelas SRT, que significa sistema Rolando Toro que es el creador de la Biodanza, chileno como Claudio Naranjo.
La
Kundalini
El segundo masaje que recibí en la vida me despertó “la Kundalini”, que para mí fue una experiencia espiritual. Ese despertar fue fruto del azar, cuando una persona masajista me dio un masaje al nivel de la columna vertebral. Para explicar brevemente, sentí y vi una columna de agua y luz con una hélice en movimiento hacía arriba y al final, una energía de varios colores. Fue una experiencia decisiva, una experiencia que me abrió a más sensibilidad en la vida. Intento poner esa sensibilidad en mis masajes.
Sanación de traumas
Llegué al mundo de los masajes un poco por casualidad y un poco por intuición. Me di cuenta rápidamente que me estaba ayudando a sanar traumas imprimidos en mi cuerpo, en mi memoria celular. Fue tan relevante para mi la vivencia, que decidí aprender las técnicas y poder compartirlas con el mayor número de gente posible.
Teatro e interpretación
He hecho varios años de interpretación y teatro antes de dedicarme a los masajes.
El teatro fue un primer paso hacía la re-conexión con mi cuerpo cuando trabajábamos la expresión corporal, entre otros.
Este sector sigue siendo unas de mis pasiones, junto con otras disciplinas del mundo artístico, como el baile, la pintura, el canto, etc...
La psicología
Me adentré en la psicología y la escuela de pensamiento Gestalt cuando estudiaba interpretación. Me marcó mucho estudiar la teoría del chileno Claudio Naranjo. Fue entonces cuando descubrí el masaje californiano, creado por varias personas, entre ellos psicólogos Gestalt. Empecé a entender que todo estaba relacionado, y que el masaje puede ser considerado como una verdadera ayuda para sanar a la vez el cuerpo y el alma.
Mis valores



El Bienestar
Como lo he dicho en otra parte del sitio, en mis valores está el Bienestar, que significa literalmente hacer que la gente “Esté Bien”. Poner Bienestar en mis masajes, es crear en un espacio-tiempo determinado un ambiente de paz, de serenidad , de tranquilidad, de felicidad, de intimidad. Intimidad en el sentido de crear un espacio dónde uno se pueda sentir seguro y en confianza, respetando su privacidad y su unicidad. Y eso pasa por toda la intención, por todo el cuidado puesto en cada acción, y en cada detalle en Flor de Agua. Con los masajes, pero también con lo que pasa antes y después de cada sesión, así como la calidad de las informaciones, el entorno, las cremas utilizadas etc…
AutenticidadHonestidad
La autenticidad y honestidad deberían ser valores básicos en cualquier oficio. Respeto estos valores haciendo que la persona que viene a recibir un servicio conmigo, no busco en venderle algo más, o productos, o presionar para que venga más que lo que realmente necesitaría, etc. … De hecho no se puede recomendar de manera exacta una frecuencia para recibir masajes. Depende de cada persona, de cada cuerpo.
La autenticidad también estará presente cuando digo “no sé”. Hoy en ciertos trabajos es tabú, no puedes decir que no sabes, hasta empujen a mentir porque decir “no sé” está visto como una debilidad, un error, algo malo. Creo en todo lo contrario, a veces reconocer que uno no sabe es sabiduría, mismo en el ámbito profesional. Y nos deja el espacio para crecer, evolucionar, aprender.
Es lo que intento hacer en mi día a día. Aprender más. Desde ese valor de autenticidad si me preguntan algo que no se, por ejemplo un tipo de masaje que no aparece en el sitio web, no tendré ningún problema en decir que “no sé”. El mundo de los masajes es grande, y encima me gusta interesarme y especializarse en algunos, puede ser que haya otros que no les tengo tanto interés. Pero cada vez que puedo, iré recomendando a los especialistas que conozco, si yo no puedo realizar lo que una persona me pide.
También quiero acentuar que soy masajista, no tengo ninguna pretension de ser médico o psicóloga, no me sustituyo a ellos. Es decir, lo que hago es acompañar y ayudar personas en su camino, terapéutico y espiritual a mi manera, desde los masajes y el bienestar.
Crecer y Evolucionar
Es un valor muy importante para mí, porque creo que en cualquier oficio cuando uno está realmente apasionado por su trabajo, le gusta interesarse en todo lo que se hace a su alrededor. No con un enfoque competitivo o de concurrencia, ni para copiar tampoco, pero por curiosidad intelectual. Por ejemplo, ver cuales son los últimos escritos sobre los masajes, o los últimos estudios sobre la piel y las emociones, interesarse en los demás psicólogos, terapeutas, mirar que han escrito. También para abrir el campo de las posibilidades. Me encanta dar los masajes, y me gusta también mucho la Biodanza, así que la psicología gestalt, entonces a ver qué formaciones más adelante podré hacer. Primero para aprender, y después para poder dar, compartir con los demás. El mundo del Bienestar es apasionante y hay miles de formaciones posibles.
Sin
prejuicios
Doy la bienvenida a todos: cuerpos, sexos y edades diferentes, para mí es algo muy importante. Me adapto a todos los cuerpos, y si decidí dedicar mi vida al sector del Bienestar, como lo dice su nombre, es para hacerse sentirse bien a la gente, para que “Estén Bien”. Y con eso me alejo de todas las modas que relacionen mucho los masajes con lo de rejuvenecer. Por supuesto que los masajes, como el deporte, comer sano y dormir lo suficiente son herramientas que nos ayudan a mantenernos sanos y jóvenes. Por supuesto que ayuda a la piel a ser más bonita y tonificada por el tacto y los movimientos largos. Pero estoy en contra de la obsesión por el físico, de la juventud eterna o del diktat superficial de unas características para ser considerado como bello / bella.
Mi creencia es que todos lo somos y que más que todo hay que preocuparse del interior primero, del alma para brillar al exterior. Aceptarse al natural. Las mujeres en particular lo tenemos muy difícil con esos diktats, y lo triste es que en vez de disfrutar realmente de los cuidados del cuerpo y de sus beneficios terapéuticos, se pueden transformar en una obsesión del físico! Me permito hablarlo porque he pasado por esto, y se a que punto eso me hizo infeliz y me alejaba de lo importante en la vida. Entonces insisto, todos los cuerpos son bienvenidos sin juicios con mis masajes!
Dicho esto, si una persona tiene un estado físico con una particularidad es importante notificármelo para poder dar el masaje apropiado : por ejemplo en caso d' embarazo, de lesión, etc.
Ambientación, decoración, arte, luces, cremas y música : mis valores van en el sentido que quiero cuidar lo más que se pueda todos esos detalles y que sean de calidad.
Confianza e Intimidad
Una vez que la persona está boca abajo en la camilla, con las sábanas encima, esa persona me ofrece su confianza y su vulnerabilidad. Aparte de la música, no hay palabras entre nosotros. Aún así una comunicación corporal nace con el masaje: poner una intención sencilla desde la humildad, de cariño, de amor casi maternal, de amor incondicional y universal que es lo que necesitan todos los seres vivos al nacimiento y después, poner esa intención a lo largo del masaje es muy importante, ayudará la persona recibiendo a relajarse y a sentir el masaje.
Como masajista, me comprometo por supuesto a respetar a cada persona recibiendo el masaje, a tocar el cuerpo de manera profesional, y hacer que la persona se sienta cómoda durante toda la sesión. La persona me puede comunicar cualquier bloqueo que tenga.